EL MAR NO VOLVIO A VERLO
Todo lo intentó y nada logró.
Todo lo deseó y nada obtuvo.
Más mientras vivió,
Todo lo intentó y todo lo deseó.
JOSE LUIS
Todo lo deseó y nada obtuvo.
Más mientras vivió,
Todo lo intentó y todo lo deseó.
JOSE LUIS
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgryj3GqU05UyiYctq2dtxw5nja6Y2S_Kj-Whi2bWpVZX9NhKjqw8K1cl2IkzwlBdur0-5jf-eH_ZjAnGkMURzkQ-QA96OfRZplWVPLUr4YGDzxQttB9PHqNDvkf9WB4KaNMGICBCL2lIY/s200/CALEIDOSCOPIO+FINAL.jpg)
Por entonces era "El Gordo", como volvería a serlo ahora en las tierras donde dejó la vida; el niño feliz que hundía sus zapatos en los charcos queriendo pescar el sol o el reflejo plateado de una estrella; el que se extraviaba en la selva de maderos del aserrío de enfrente, planeando el encuentro con unos espadachines que no éramos sino algún amigo y yo, portando un bocel de madera que se partía al primer golpe; y el precoz a quien las niñitas llamaban para comprobar la simpatía de su rostro, y preguntarle o que respondieran sobre algún juego de novios prematuros.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhSD9bhlWoDsjg7MK3GMbDJMqcmS3b6azJ4tOKpPnIHJ2SE6HMFMbMaeM9CuclppcmoJBlmPQ8x4JodmV6lRKhflBK006xBsaheEuDrpSMt5MI0PcEMiq_AF9DGWNgon3vRf5yLdYas9mQ/s320/FRAGMENTACION-FINAL.jpg)
Y su voz que no fue pública, ni ocupó en ningún momento la mirada de los comunicadores, se enredó noches enteras en el corazón de sus amigos, y selló con sus palabras la incongruencia de algún duelo o la amargura de un desconocido, que no encontraba el camino de regreso a la comprensión de su familia. Pero él, José Luis, se resquebrajaba por dentro como en la cámara lenta de un espejo que se rompe, y asistía a su destino con la determinación y seguridad con que marchan los suicidas.
Un día, abandonó su tierra y caminó morral a cuestas el país atravesado hasta encontrarse de pronto entre olas, navegando en el Atlántico, trepado entre las velas de un lento navío, llevando el timón de un barco pesquero que lo adentraba en el mar, en sus noches y sus días, en su sol y su oleaje, en su voz y su misterio, hasta brindarle la calma que en tierra no encontraba. Pero regresó, y buscando la espiral de nuestras vidas se asió a su cabo y me encontró de nuevo.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiipPMGEXoOtoMQ1rS8bx2LVYdg0EwpvH-AHTuTAUJLno1Mkac0qP8gSJJzJXfCG0_VX5JTDnm1MjuusEgra7jl5FRHiz2jnxhNuFXpPLm8aSJccQQ2fPG3oDgmtkfbgQFN7ubwwnVE724/s320/PRECIPICIO+FINAL.jpg)
Y otra vez lo golpeó la maledicencia. Los deberes exigían; el trabajo nos asaltó incluso en la noche tratando de cumplir con lo pactado y sellar con eficacia las airadas voces de los calumniadores; la necesidad obligaba a marchar por Cumbitara y Policarpa asidos al hilo de su única vía, a sus peñas de miedo, y al deseo en él renovado de cuidar la vida para caminar juntos por un horizonte que empezaba a abrirse.
Y ya culminábamos. Tejíamos las últimas luchas e incomodidades para entregar a un pueblo y a mis contratantes la realidad palpable del esfuerzo, cuando tomó el timón de la camioneta que le había encargado. Nos consolaba la certeza del último viaje con este sistema. El cansancio y la ingratitud presionaban la búsqueda de otro tipo de movilidad difícilmente dado en el medio.
Creo que por un momento debió sentirse desolado. Que la noche con su silencio cómplice en esos parajes deshabitados, era el mar al que deseaba volver cuando el trabajo terminara. Entonces, con la eventualidad de una falla mecánica y de la burla y rusticidad de una trocha que pretende llamarse camino, se zambulló hasta el fondo como en las charcas cuando era niño, para indagar dónde habían quedado sus juguetes, su paz, la risa, la esperanza de años mejores, las notas de los cantos que antes entonábamos, y el reflejo en las aguas de sus insondables y solitarios luceros.
Ahora, sólo me queda grabar a su memoria, el epitafio que una vez me recomendó…
José Luis, haces una descripción única de su ser. A lo mejor, él, si ve hacia el mar todos los días desde su eterno estar. Un abrazo querido Héctor, me encanta esa sensibilidad con que recuerdas a tu hermano.
ResponderEliminarROSA ELENA BASTIDAS BARCENAS
Eve Monica Marzetti: Excelente, gracias.
ResponderEliminarExcelente, felicitaciones, gracias por su obra, saludos Hector Arturo-
ResponderEliminarEve Monica Marzetti
Muy bello tiene un fondo y forma literaria perfectos
ResponderEliminarRuben Rodriguez
Me encantó. .!!! Excelente
ResponderEliminarAna Calpa
José Luis......un Ángel del cielo que llevamos en nuestro corazón.....hermoso escrito honrando su memoria......
ResponderEliminarMónica Patricia Gómez
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarMuchas gracias a todos por mantener vivo el recuerdo y solidarizarse con la emotividad de estas palabras. Un abrazo
EliminarQue bonito!!...en ese infinito azul tu bellisimo hermano estara feliz de tan hermoso mensaje. Un abrazo!
ResponderEliminarRubiela Mamian Guzman
Héctor con mucho cariño te envío un fuerte y fraternal abrazo, amigo
ResponderEliminarFERNANDO MONCAYO SANTANDER
Saludos Hector Arturo.
ResponderEliminarMuchas gracias por compartir tu s escritos.
Abrazos para la familia toda.
Ricardo Torres Gavela
Querido Héctor. Me parece tan tierno y emotivo este escrito hecho desde el fondo del corazón. Ten la seguridad que tu hermano te ha escuchado, pues los que se nos adelantaron solo trascendieron y siempre estarán con nosotros ya que no morirán mientras los tengamos en nuestros corazones. Sólo se nos adelantaron para abrrinos el camino.
ResponderEliminarCARY CASTELLANOS DE RIOS
TENGO BELLOS RECUERDOS DE MI AMIGO DE PRIMARIA,UN JOSE LUIS ALEGRE,COMPARTIMOS MOMENTOS DE INFANCIA INOLVIDABLES,UN ABRAZO A MI AMIGO EN LA ETERNIDAD.
ResponderEliminarPablo Narvaez Moreno
Gracias Arturo por conservar la memoria de José Luis a quien tanto quise. Puedo decir ahora que han pasado los años que él fue y será el amor de mi vida. Un abrazo
ResponderEliminarPILAR ARCOS SANTACRUZ
Un abrazo fraterno Hector con la convicción de que tu hermano disfruta de las mieses de la gloria eterna .
ResponderEliminarJorge Leyton Parra
Héctor Arturo, el dolor que nos produce la partida anticipada de nuestros seres más amados sólo es compensada con la certeza de saber que están mejor.
ResponderEliminarLos designios de Dios son la esperanza que nos debe sostener en este bien llamado Valle de lágrimas. 🙏🙏🙏
Rubiel Chingual Vargas
Héctor ,sintiéndolo mucho Q.D.E.P.🙏
ResponderEliminarÓscar Chaves Rubio
Muy buen dia solo hay alguien que le puede quitar esa angustia y de hecho ya lo hizo dice no os acordeis de las cosas pasadas y el abrira camino en el desierto y rios en la soledad y lo ama con amor eterno su Nombre es Jesucristo quiere conocerle y caminar con El.
ResponderEliminarValentina Vallejo
Los recuerdos aveces agobian, otros agradan, aquellos entristecen, otros alegran. En días pasados hablé momentáneamente con un hermano del Pepe que conocí guagua, y los recuerdos fluyeron, y me dije: cómo pasa la vida, cómo corre más que uno, como avanza sin que podamos detener su paso, y ante ello solo podemos interponer los recuerdos, las risas, los momentos agradables de vida, la vida misma.
ResponderEliminarHector Arturo, ni el tiempo ni nada, borran los lazos de amor y afecto de los seres con quien convivimos nuestra vida, y que mejor que compartirlos con tus expresiones que afloran y reflejan estos sentimientos, contigo en estosmomentos de recuerdos y nostalgias, un abrazo especial
ResponderEliminarJAIRO ORDOÑEZ OSEJO
Hermosas letras @HEGOMAR te acompañamos en tu sentimiento, un fuerte abrazo de todo nuestro Centro de Pensamiento Libre
ResponderEliminarCARLOS LAGOS
Hermosas y sinceras letras Héctor. Gracias por compartirlas con todos nosotros en este espacio. Definitivamente algunos acontecimientos nos han ayudado a ver la vida de manera distinta, "ya no duelen de la misma forma", el observador y la gestión de las emociones ya no es la misma.
ResponderEliminarJORGE NAVARRO
CENTRO PENSAMIENTO LIBRE
Hermanito mayor. Imposible olvidar ese trágico cuatro de mayo. Cada uno de nosotros lo hacemos a nuestra manera. Cómo siempre, excelente tu escrito. Un abrazo.
ResponderEliminarSANDRA GOMEZ MARTINEZ
Esto es triste. Un especial saludo
ResponderEliminarHernando Pérez López
Hermoso sentimiento mi amigo... sabes el espacio ganado en nuestros corazones... resultado de lo que eres... algo similar me paso con mi hermano del alma, por ello te entiendo total. Nuestro Diosito nos, acompañe siempre incluida la fortaleza. Abrazos con una noche de paz interior.
ResponderEliminarCARLOS VICUÑA
HECTOR ARTURO: El aniversario realmente sentido nos hace memorar la partida de un ser a quien quisimos o amamos en vida 💛. Tu sentimiento es similar al mio y me hiciste acordar de la muerte inesperada de un hermano mucho menor que yo hace aproximadamente 10 meses. Un abrazo fraterno y solidario hacia tí.
ResponderEliminarMARIO PAZ VILLOTA
Hector q hermoso escrito, repleto de amor y hermandad, mi abrazo solidario
ResponderEliminarAdhiero con similar sensibilidad la evocacion apenas necesaria para lavar, si asi se pudiere decir, con lagrimas de tinta plasmada en el papel blanco en espera que un poeta derrame sus sentimientos en recuerdo de quien ya abandonó este universo lleno de insensateces y desigualdades. Acaso de consuelo podria servir que, la infinitud y paz que provee la muerte, donde nada se necesita y todo sobra es superior a la vida misma que sin sentido muchas veces la defendemos.
ResponderEliminarHEMER ACOSTA MADROÑERO
👌👍👏👌👍
Hermosas palabras para concitar la serenidad y la reflexión solidaria en tu propia historia y sentimientos. Un fuerte abrazo querido amigo
EliminarHector fue parte de tu vida y se marchó, pero siempre estará presente en tu corazón. Hermoso homenaje con ese excelente escrito
ResponderEliminarCecilia Caicedo
Muchas gracias por tus palabras en el corazón también perduran los recuerdos de quienes marcaron los pasos iniciales a través de los cuales empezamos a vivir y a enamorarnos de la vida. Un fuerte y afectuoso abrazo querida Cecilia
EliminarHector q hermoso escrito, repleto de amor y hermandad, mi abrazo solidario
ResponderEliminarALEXANDER SUAREZ
Héctor excelente artículo lleno de mucho sentimiento
ResponderEliminarJosé Rosero